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Higiene bucodental

PARA LA PERFECTA SALUD DE TU BOCA


Imagen higiene bucodental

Sobre la higiene bucodental

HASTA LOS 3 AÑOS

Hasta los tres años, no van a tener todos los dientes y muelas en la boca. Si durante este periodo queremos retirar algún resto de comida de la boca del bebe, podemos usar una gasa humedecida para hacerlo.

No vamos a pretender que nuestro hijo adquiera los conocimientos ni destreza para cepillarse los dientes de forma correcta. Vamos a intentar que, siendo un juego para él, vaya tomando conciencia que es un parte más de su rutina diaria.

¿Cómo lo conseguimos?

  • Lávate los dientes a su lado, seguramente te pedirá un cepillo para él.
  • Entre 6 meses y 2 años, cepíllale dos veces al día con una pasta de dientes con 500ppm de flúor y la cantidad similar a un guisante. Cómprale un cepillo divertido adecuado para su edad, con cerdas blandas, dibujos y colores alegres.
  • Procura hacerlo siempre a las mismas horas y adaptadas a sus horas de comidas, juegos y sueño.
  • No le regañes si se muestra demasiado efusivo y salpica todo el baño… ahora es solo un juego.
  • Cuando veas que va adquiriendo destreza con el cepillo, puedes enseñarle a seguir un orden en el cepillado, parte externa de los dientes, parte interna, parte de arriba de las muelas (con lo que masticamos) y la lengua.
  • Si es posible, que se cepillen delante de un espejo.
  • Haz que se te olvide algunas veces a ver si es él el que te lo recuerda. Si esto ocurre, significa que estás instaurando un hábito para toda la vida de tu hijo.
  • Los cepillados deben ser siempre tutelados por los padres.

DE LOS 3 A LOS 6 AÑOS

Ahora es el momento de fijar el hábito del cepillado. El niño ya debe de tener destreza suficiente para seguir un orden en el cepillado y hacer que este sea efectivo.

Es la edad para introducir la pasta de dientes fluorada adecuada para su edad. Esta lleva menos flúor, ya que gran parte de ella la ingerirán. Entre 2 y 6 años, debe cepillarse dos veces al día con una pasta de dientes con entre 1.000 y 1.450 ppm de flúor y la cantidad similar a un guisante.

Otro concepto y hábito que hay que empezar a inculcar a nuestros hijos, es el de una dieta equilibrada y libre hidratos de carbono simples (“azúcares malos”). Muchos productos que toman a diario (zumos, yogures…) contienen cantidades elevadas de azúcares que pueden pasar desapercibidos. No pasa nada porque de vez en cuando, o en ocasiones especiales, tomen chucherías. Sin embargo, no debe convertirse en una costumbre y el cepillado después de su consumo es imprescindible.

La frecuencia en la ingesta de alimentos cariogénicos sobretodo entre comidas tiene una fuerte relación con el riesgo de caries, pues favorece cambios en el pH y alarga el tiempo de aclaramiento oral lo que incrementa la probabilidad de desmineralización del esmalte.

Además no hay que olvidar que un incremento en azucares no solo supondrá un mayor riesgo de caries sino también un riesgo incrementado a padecer obesidad, y así una mayor predisposición en adultos a sufrir enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, colesterol), las respiratorias (apnea, asma), ortopédicas (fracturas) y hepáticas .

Si todo ha ido bien, el cepillado dental ya se ha consolidado como una rutina diaria. Sobre los 5-6 años, empezarán a erupcionar detrás de las últimas muelas de leche, los primeros molares definitivos. Es normal que el niño sienta ciertas molestias, ya que la muela va a ir rompiendo la encía.

Es la edad apropiada para empezar las revisiones periódicas con nuestro dentista. Vamos a ir supervisando la erupción de los dientes, las caries, el crecimiento de los maxilares y haciendo ver al niño que las revisiones con el dentista es algo normal a lo que no hay que tener miedo. En estas revisiones se refuerza positivamente al niño en la rutina del cepillado dental y se le instruye en técnicas de cepillado más complejas, que no harán sino mejorar su salud bucodental.

DE LOS 6 A LOS 12 AÑOS

Es una edad crítica para la salud bucodental. Durante estos años se produce el cambio de todos los dientes de leche por los dientes definitivos, el crecimiento de los maxilares y alteraciones en los hábitos alimenticios del niño.

Por encima de 6 años, debe cepillarse dos veces al día con una pasta de dientes con 1.450ppm de flúor y la cantidad de 1 – 2 cm.

El esmalte de los dientes definitivos recién erupcionados, no está suficientemente maduro siendo más propenso a las caries, en especial los primeros y segundos molares. Por ello es muy importante fortalecerlo mediante pasta dentífrica fluorada, colutorios con flúor en casa y geles de flúor semestrales en alta concentración en la consulta.

Para proteger los molares también se emplean los selladores de fisuras. Es una resina líquida que penetra en los surcos de las muelas impidiendo que se empaquete la comida y provoque caries.

Habrá que observar la aparición de malos hábitos como la respiración oral, la deglución infantil (interponer la lengua entre los dientes al tragar) o chuparse el dedo, ya que su continuidad va a provocar la deformidad de los maxilares y la alteración de su crecimiento.

También es el momento de vigilar la erupción de los dientes y tratar algunas maloclusiones por exceso o defecto de crecimiento en la mandíbula o maxilar (Ortodoncia interceptiva o funcional).

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